Nueve visitas
tenía Mourinho al Camp Nou. Nueve visitas saldadas con derrotas o empates.
Había jugado de todas las formas posibles. Había atacado, había defendido,
había dominado al rival, había sido
humillado también. Había ganado eliminatorias y las había perdido. Pero
jamás había salido llevándose una victoria del coliseo azulgrana. La
décima visita fue la vencida.
Som i Serem. Así
fue el lema que colocó la afición azulgrana en el ya acostumbrado mosaico. No
se si se referían a la posición en la tabla de su equipo antes y después del
partido que casualmente, es la histórica en la Liga; segundos. El Barça salía con
ansia, tenía que ganar si o si el partido. El Madrid de Mourinho supo jugar con
eso, utilizarlo a su favor y realizar un
partido inteligente. La cabeza fría es lo que más ayuda en estos partidos.
Tenía que ser Khedira.
El que marcó el gol que rompería el récord de goles anotados en una temporada.
También tenía que ser el alemán quien iniciara la ruta a la victoria en el Camp
Nou. Uno de los jugadores más
ilógicamente cuestionados por la prensa y afición manipulada simplemente
por no ser vistoso. Sami dio un auténtico recital de efectividad, digno de
ingeniería alemana. Junto a Xabi Alonso formaron la guardia de un muro que
formaron Arbeloa, Ramos, Pepe y Coentrão.
Alves, para muchos el mejor lateral en ataque del mundo, no desbordó ni
una vez al portugués que formaba parte de ese muro infranqueable, en el que no habían espacios, en el que se
estrellaban los culés como los persas en las termópilas. Justicia poética.
El valor de Arbeloa.
Alvarito había estado de baja forma, el
espartano se crece en los momentos cruciales; los partidos de Múnich y
Barcelona dan fe de ello. Tello siempre partió con desventaja, también Iniesta
cuando trató; Arbeloa hizo honor a su
apodo, en estas cosas yace su valor para este equipo. Partido de redención
no sólo para él, sino para Fábio. Si los laterales eran los puntos débiles, los
fuertes se pierden de vista.
Llegó el empate en el primer ataque serio del Barça al minuto 70. Si has leído bien. El
equipo “más ofensivo de la historia”
realizó su primer tiro a puerta en el minuto 70. Un gol producto de un par de
rebotes en el que fue, quizás, el único descuido de la defensa madridista.
Alexis empataba rematando un rebote sobre la línea de gol.
Pim Pam Pum. Casi
de inmediato. Arbeloa recupera, Xabi y Khedira arman, Özil hace magia y
Cristiano en carrera finiquita. Raúl silencio al Camp Nou. Cristiano les dijo “Calma,
Calma, que aquí estoy yo”. 3 goles en los 3 últimos clásicos del que, para
algunos, no aparece en los partidos importantes. 42 goles en Liga, 54 en total.
Que le den ya el Balón de Oro.
Pirata valioso.
Después del gol entra Granero y el Barça más nunca pisaría el área con balón
dominado. Desesperados, agobiados, ansiosos. Los errores culés provocaron que
el Madrid estuviese más cerca del 3-1, que perdonaron Benzema y Cristiano.
Partido en el que el Barça tuvo el balón 2/3 del partido, pero el Madrid remató
a puerta 6 veces contra 3 de los azulgrana. No fue defensivo, como clama alguna
voz prostituida intelectualmente desde la prensa, fue inteligente, sobrio y cabeza fría. En la primera vuelta al
Madrid lo derrotó el efecto psicológico del 5-0, esta vez fueron lo blaugrana
quienes se vieron afectados por ello. Creyeron que podían repetir el resultado,
se vieron superiores, magnánimos, omnipotentes. Mourinho, con los pies en la
tierra los baja de esa nube y da un golpe más, junto al del Chelsea en Stamford
Bridge, que parecen definitivos.
Fin de Ciclo. La
vida, como el fútbol, es así. El exitoso ciclo de Guardiola comienza ganando un
clásico en el Bernabéu, ganando en Stamford Bridge y ganado Copa ante el
Athletic. El fin parece llevar el mismo
camino, solo que interpretado en su contra. Pep pecó de ansioso, el
Barcelona no existió. Tuvo la pelota, si; pero no supo qué hacer con ella. Muestra clara de la impotencia fue un
remate lejano de Mascherano cerca del final del partido, o la patada barriobajera de Alves a Cristiano Ronaldo, que luego
tomaría del cuello a Granero. Nadie dice nada de esto. No conviene. No vende. No es Pepe. El Fúpbol ha muerto.
Toca ahora remontar ante el Bayern. Haciendo exactamente lo mismo. Siendo sobrios,
inteligentes y jugando más con el cerebro que con el corazón. 109 goles no están nada mal para un
entrenador ultradefensivo, como califican a Mourinho.
Inyección de adrenalina de cara a lo que se viene. El Madrid
ya cayó en Munich 2-1 en las últimas dos Champions ganadas. A seguir con la racha. Que el Bernabéu
aliente. No puede ser casualidad que esta Liga se esté ganando fuera de casa,
necesitamos que vuelva el Bernabéu de los 80’s. El que hacía que Europa temiera pisar el feudo madridista.
Habrá algunos que se creen las mentiras de una prensa prostituida intelectualmente.
Habrá alguno que extrañe que el Madrid vaya segundo en Liga, eliminado en 8vos
de Champions por un Lyon o una Roma y eliminados en Copa por un Alcorcón. Habrá
algunos que prefieren el señorío, sea lo
que sea eso, a ganar. Están en su derecho, más no en lo correcto.
José Mourinho. Infinitas gracias por devolvernos al Real
Madrid. El madridismo te ama.
Excelente Post, me ha gustado, muy completo. Me he permitido robar una imagen para perfil en twitter.
ResponderEliminarHala Madrid
Mravillosoooo! #HalaMadrid... y Repito el final d este artículo: Mou, El madridismo te ama!!!
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