Por @WenSpecialOne
"Me gustan los
retos importantes. Mi atracción por el Madrid viene por su historia, por sus frustraciones en los últimos años y
por sus ganas de ganar...Lo más bonito, bonito, bonito no es entrenar o
jugar en el Real Madrid. Lo bonito, bonito, bonito es ganar en el Real Madrid.
Y ésta es mi motivación".
“Podrán
cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera” – Pablo Neruda
Escuchar…"Hemos llegado al acuerdo
con José Mourinho de dar por finalizada la relación al término de la
temporada", ha sido más doloroso que todas las derrotas juntas
que vivimos durante estos últimos tres años. Me quede sin palabras, las
lágrimas no dejaban de brotar de mis ojos, me quede sin pulso y sin aliento, estaba
destruida… yo sólo quería devolver el tiempo y sentirme como en aquel 31 de mayo
de 2010, día en que pronunció sus primeras palabras como madridista; sin duda,
uno de los días más felices de mi vida, todo estaba detrás de su figura, mi
pasión, mi ilusión, mis ansias por ganar y la de cientos de madridistas
deseosos, volcadas en él, en el mítico José Mourinho.
No hay explicación,
no tiene sentido que el mejor proyecto deportivo que hemos tenido en años,
llegue a su fin por un “mutuo acuerdo” del que estoy segura se facilitó por la
presión e intervención de terceros que querían retomar el poder que perdieron
con la llegada de Mou. Resulta incomprensible que en estos tiempos se hable de
caciques, vacas sagradas, dedocracias, dictaduras y otros males de vieja data,
pero es lo que hay y es nuestra miserable realidad.
Espero que
no me juzguen y me den lecciones de madridismo por lo que voy a decir, porque
llevo 16 años siguiendo al Real Madrid y he vivido momentos buenos, malos,
regulares y tengo toda la propiedad del mundo para decir que ayer, 20 de mayo
de 2013, se cometió uno de los peores errores en toda la historia del Real
Madrid; la marcha del portugués supone la vuelta de la dictadura del vestuario,
de los técnicos que son muñecos pintados en la pared, de las filtraciones de
las alineaciones horas antes del partido, de la maldita comunión entre los
jugadores y prensa que tanto daño nos ha hecho, de la política de jugar por
decreto y no por merecimiento. No es necesario que me extienda mucho en este
punto, porque cualquier persona racional entiende está situación. Por estas
razones, aquel 31 de mayo, mi ilusión no sólo se reflejaba en mi admiración por
José Mourinho, sino también, porque sabía que con él todo iba a ser diferente. Y
así fue… mientras se pudo.
Aunque a
muchos les cueste reconocerlo, porque su odio, resentimiento, envidia y otros
sentimientos reprochables no les deja ver más allá de sus narices, Mourinho nos
devolvió a todos el orgullo por nuestro equipo, las ganas de no rendirse nunca,
de luchar y de batallar por lo que considerábamos justo, nos sacó de ese pasado
oscuro y sumiso, y nos desveló un presente épico que asombrosamente nos unió. ¡Qué
tiempos!, en los que todos estábamos pendientes de sus ruedas de prensa, de las
mil y un verdades que repartía a diestra y siniestra dejando como balance
suicidios masivos de “periodistas” en cada sala de prensa que se posesionaba,
nos tenía pendientes hasta de su goma de mascar, de sus celebraciones, sus
risas y enfados en los entrenamientos, adoptamos sus palabras a nuestro
vocabulario diario y éramos felices, muy felices; para mí esas cosas tienen más
valor que un título, que un entrenador llegue y cambié la mentalidad e
identidad de una institución y defienda a nuestro equipo, ya sea con un
papelito con trece errores del árbitro, ya sea denunciado las irregularidades
en cualquier competición y sobretodo, anteponiendo la integridad de sus
jugadores antes que la suya, eso, eso no tiene precio y os puedo asegurar que
ningún otro técnico lo hará.
Juzgar es
muy fácil y ahora mismo, los que coreaban su nombre cuando llego y actualmente
le critican, podrán argumentar que fue un fracaso la dirección técnica de Mourinho,
pero yo no lo veo así. Mourinho sentó un
precedente histórico de grandes magnitudes que se materializo en estadísticas y
hechos notables: bajo su dirección ganamos la Copa del Rey tras 18
años sin conseguirla; ganó La Liga de los
Récords (100 puntos y 121 goles el año pasado) -marca que difícilmente
será superada-; puso de rodillas al “mejor equipo de todos los tiempos” el
Barcelona de Pep Guardiola que tuvo que huir de España porque no aguanto que
Mourinho sepultara el ‘tiki-taka’ (que por cierto, en estos días se sumerge
en los vómitos de Messi); cambió la mentalidad de algunos jugadores que en
manos de otros entrenadores hubiesen abandonado sus carreras como futbolistas;
dejo atrás los ‘alcorconazos’, las caídas dolorosas en octavos de final de
Champions; aisló totalmente a la prensa y permitió la independencia y la
autonomía del club; nos dejó un legado prodigioso con esos contragolpes que
sólo el Madrid puede hacer; gracias a él
volvimos a las noches mágicas de Champions, volvimos a soñar y a creer, independientemente
que la mala suerte y otros factores que ya son conocidos por todos, nos hayan
jugado una mala pasada, no significa que por esas razones se tenga que hablar
de ‘fracaso’, todo lo contrario, mientras él estuvo a cargo, concebimos y
presenciamos una idea clara de un club de fútbol, no la de un circo.
Desafortunadamente algunos ‘madridistas’
tienen memoria selectiva y solo se limitan repetir las tonterías que leen en
los panfletos de diaria circulación. Por eso no saben valorar la transformación
tan grande que tuvo este Madrid, durante los últimos años.
No me quiero prolongar más, simplemente
quiero decir que admiro y respeto profundamente a José Mourinho, por aguantar tantas
humillaciones, persecuciones, calumnias, atropellos hacia su persona y hacia su
familia, desplantes y traiciones de algunos jugadores y directivos del equipo,
etc. Es tan triste todo lo que tuvo que tuvo que soportar, sencillamente por querer
ser una persona diferente, por no ser hipócrita, por decir las cosas como son,
por tener la intención de hacernos grandes e insuperables, esta institución no
lo mereció, no lo supo valorar y no le quiso conservar. En unos días lo echarán
de menos, pero ya será muy tarde, porque estará con quienes verdaderamente le
quieren, haciendo lo que le gusta y en unas condiciones dignas. Para completar,
no sólo perdimos a Mou, sino también a su ‘special staff’ Aitor, Rui, Silvino,
Morais, gracias por tanto, tomen el rumbo que tomen, triunfarán, fueron
fundamentales para todo lo que vivimos en estos tres años. ¡Son los putos amos!
Sólo me resta por expresar, lo siguiente: ¡Que viva el mourinhismo,
caralho!, que vivan los ‘tarados´, los hijos de ‘don imprescidible’, los
miembros privilegiados del madridismo underground,
la yihad mourinhista, que luchó hasta el final por la idea de un Madrid
diferente. Más que un grupo de gente es una manera de vivir y de pensar, por
ello somos únicos.
Gracias al fenómeno que se gestó en torno a su figura, conocí personas
maravillosas que han marcado mi vida para siempre, para ellos un gran abrazo,
no sé sientan mal, sé que a Mou le gustaría vernos bien.
Hoy más que nunca ¡Hala Madrid! Y que viva por siempre…José Mourinho, el
más grande de todo el mundo.
Cuando
los motivos sobran, las palabras faltan y tienes un nudo en la garganta, lo
mínimo que se puede hacer es resumirlo todo en: ¡Gracias por tanto, José Mário
dos Santos Mourinho Félix! El vacío que dejas es grandísimo, pero entendemos
perfectamente tus razones. Gracias por existir y ser quien eres, sé muy feliz
como te mereces, por siempre estarás en nuestro corazón, vayas donde vayas, ahí
estaremos contigo.
Como siempre he sostenido: “sé que perderás gente, pero a mí me tendrás
por siempre”.