jueves, 13 de septiembre de 2012

De la independencia catalana y otras cuantas historias.


Por @MariaisabelCs

Mucho se ha hablado de la famosa decisión de Cataluña de independizarse de España, tanto que ha dejado de ser un asunto netamente político para pasar al plano deportivo. Cataluña es una de las regiones autónomas de España, y ha construido su identidad colectiva en torno a ciertos elementos, su idioma, su lengua, y su historia como algunos para destacar, y nunca se ha considerado parte de España en lo que a la identidad nacional se refiere.


Lo que muchos no saben sin embargo es que políticamente y mas aun judicialmente es casi imposible que Cataluña logre su tan ansiado deseo de obtener la independencia política de España, puesto que como lo aprendí en mi clase de introducción a las Relaciones Internacionales, para que un Estado sea reconocido como tal debe tener las siguientes características:

- Un territorio sobre el cual ejerza soberanía: Si bien la Generalitat Catalana tiene soberanía sobre el territorio que conforma la región, no lo tiene en TODOS los aspectos, es decir, político, económico, y social.

- Una población con características comunes e historia compartida: Éste sería el único punto en el que los catalanes podrían ser un Estado, y es de hecho sobre el que han construido su imaginario como pueblo.

- Unas instituciones que gobiernen a dicho pueblo: La Generalitat como lo dije anteriormente no tiene competencia en todos los aspectos, actualmente solo tiene competencia en temas de cultura, turismo y otros de menor importancia, las decisiones sobre seguridad se toman desde Madrid.

- Reconocimiento a nivel internacional: Para que un Estado pueda gozar de esa soberanía de la que tanto se habla, un elemento de vital importancia, debe ser el reconocimiento de la comunidad internacional, y mas específicamente de sus vecinos, y actualmente (y, en mi concepto, nunca. A menos que los ideales democráticos del mundo cambien) se va a reconocer a Cataluña como un Estado independiente y soberano, puesto que esto fraccionaria a un Estado Nación, que aun en crisis es de los mas importantes del mundo (España)..

Si llevamos esto al término futbolístico, qué es el que nos interesa aquí, en el caso tal que Cataluña lograra su independencia de España, debería tener una Liga de fútbol propia que sea reconocida en primera instancia por la FIFA y en segunda por la UEFA, es así como el señor presidente del FC Barcelona Don Sandro Rosell se equivoca una vez más, y garrafalmente, al decir que si Cataluña se independiza jugaría la Liga BBVA como hasta ahora, teniendo su selección nacional para competir a nivel internacional, tal como Mónaco. Vamos a hacerle unas claridades al señor Rosell para que se culturice un poquito que nunca está de más.


Primero. Mónaco NO TIENE SELECCIÓN NACIONAL DE FÚTBOL, el equipo del Principado que a nivel político es una Ciudad Estado compite en la Ligue 1 francesa, razón por la cual no puede tener un seleccionado nacional.

Segundo. Si bien Mónaco es una unidad administrativa independiente, con estatus de Monarquía Constitucional, para asuntos tan importantes como el de la seguridad nacional depende de la Republica Francesa, quién se encarga de la protección del príncipe y los ciudadanos monegascos.

A Diferencia de Cataluña, Mónaco es una Ciudad Estado RECONOCIDA INTERNACIONALMENTE y con asiento en los foros más importantes del Sistema Internacional como lo son las Naciones Unidas y la Interpol.

Es así como Cataluña y su situación política y de relaciones con el Estado Español NO ES COMPARABLE a la de Mónaco en primer lugar, y en segundo dudo mucho que en la actualidad del sistema internacional donde cada día somos mas interconectados se permita el fraccionamiento de un Estado Nacional, sólo por los odios políticos y hoy en día, más que nunca futbolísticos, de una región.


Señor Rosell, ni Cataluña se va a independizar de España, ni el Barcelona se va a convertir en la selección nacional de ese país, bájese de la nube y dedíquese a algo más productivo que hablar tonterías y comprar árbitros.